domingo, 15 de marzo de 2009

Sueño apócrifo de Mario Torres #1



Estoy en el puerto
los barcos llevan el océano profundo en sus cascos
están por zarpar
y los marineros besan a desconocidas pensando en el azar,
vamos a Uruguay.

Lavé
hasta el último plato
cerré
la llave de gas,
en el patio, las plantas rezan una lluvia de verano.
Morirán de pura humedad,
no siento culpa.

Partimos,
somos una cáscara de nuez en el mar
somos la esperanza en el desierto.
Un caballo galopando por la proa
me dice que exagero,
mi salvavidas es un cenicero gigante y naranja,
en Cuzco no aprendemos a nadar
el frío del ande y la mística del billar
me mantuvieron lejos de mojarme.
Aprendizaje:
unas tortugas corren contra una liebre muerta,
sin embargo, pierden;
yo también me dejo perder.

En Buenos Aires,
los colectiveros viajan a destinos efímeros
amas de casa lavan platos que después ensuciarán;
en altamar,
yo sueño mi vida en un whisky
y los hielos se derriten.
El último trago será el más fuerte.
Una alfombra azul, marrón,
me lleva a un nuevo destino.
Volar es creer en las alas que uno tiene,
llorar es la respuesta simple
a tirar el ancla;
somos verano
y despertamos.