viernes, 17 de agosto de 2007

Edipo Ley

“Madre hay una sola”, dijo Edipo mientras acariciaba una estatua de bronce, medio excitado, con los ojos vendados, frío en las manos y el corazón engañado.
Sin ver se puede ver más, o se puede elegir otra cosa.
Dejar pasa las mañanas, las pelotas, la mujer de la vida, una estrella fugaz…

Todas las mentiras son la misma mentira.
La que nos hacemos nosotros para creer otra verdad.
La que no es.
Para creer que existe la verdad.
El cielo es azul, la luna plateada.

El amor es eterno y andar descalzo está mal.

O elegir otra cosa.



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