LOST

Perdida en mi misma
Con la mirada expectante
Sin saber mui bien que esperar tampoco
Pero segura de que algo mejor debe ser
Con miedo de que solo sea peor
Con panico de estar perdida por amor
Y de que este sea la solucion
Y no me refiero al universal
Sino al de a dos
Qué pasa si no hay un mi para vos
O un vos para mi.
Qué hay si mi trabajo no sirve
Qué si mi esfuerzo hasta aquí no fue suficiente.
Qué si me engaño por siempre
Qué si nunca llego a cnvertitme en lo que soi.

Una raya más del tigre - V

Viene de acá

-Nombre.
-Lucas Sebastián.
-Apellido.
-Oliveira.
-Ocupación.
-Blogger.
-¿Cómo?
-Empleado administrativo, quiero decir. Librero, bah.
-Ah, ¿vendés libros?
-Sí, en Buenos Aires.
-Tenés cara de tucumano.
-No, no. Para nada. Nací en el Salaberry.
-¿Dónde?
-Un Hospital por Mataderos; ya no existe más.
-Ah, Mataderos. Estás lejos de tu casita, culiao.
-Estoy de vacaciones.
-¿Y qué hacías con Raúl y el Perro?
-¿Quiénes?
-No te hagás el otro, zapato. Mejor que pienses las respuestas porque vas a estar un rato largo acá. Domicilio.
-No sé la dirección... sé llegar, nomás.
-...
-Ah... perdón, allá en Buenos Aires... perdón, perdón: Moreno 2320.
-Casa o departamento.
-Casota.
-¿Te comiste un payaso, culiao?
-No, oficial. Perdón. ¿Me van a tener mucho tiempo más? ¿Tengo que llamar a un abogado?
-Qué abogado... vos no estás entendiendo, culiao. ¿Sos peronista?
-No, para nada.
-Entonces empezá a cantar qué hacías con el Perro y Raúl porque si no te voy a meter en el calabozo con Chupete y vas a entender de nuevo la frase "estar juntos es muy bueno", culiao.
-No, mire... yo no hice nada, oficial. No entiendo por qué nos agarraron. Yo estaba con mi amigo tomando una cerveza en el bar y de repente escuchamos un ruido y salimos rajando y nada más. Ya me revisaron y no tengo nada raro; un poco borracho nomás pero nada más.
-Nada más, nada más; ¿vos me estás tomando el pelo?
-No, espere, oficial, espere...
-¡Peralta!
-¡Sí, señor!
-Peralta, haceme un favor, querés. Llamalo a Sosa y decile que tengo algo para darle, que venga urgente, pedile.
-No, oficial, espere, espere, por favor, yo no tengo nada que ver con estos tipos.
-Vos callate. ¡Peralta!
-¡Sí, señor!
-¿Adónde está guardado el Chupete?
-¡En la 4, Señor!
-En la 4... lindo número, ¿no, Luquitas?
-No, señor, no, por favor, no me haga nada, se lo juro no hice nada, por favor, señor. Por favor.
-¡Peralta, abrime la 4! Tengo un regalito para Chupete que me lo va a agradecer hasta el solsticio que viene.

[continuará]

hiroshi sugimoto

ese último instante incronometrable
como el click de la cámara

siempre es del otro, la muerte
y sin embargo, tan amiga de la nuestra

a GEG
4-12-194... - 15-06-2008

Pincen

“Pincén es un indio indómito y perverso,
azote del oeste y norte de la provincia
(y) jamás se someterá,
a no ser que, por un golpe de fortuna,
nuestras fuerzas se apoderen de su chusma.
Si esto último no sucede,
Pincén se conservará rebelde
aún dado el sometimiento
de todas las otras tribus hostiles.
Es el tipo del hijo del desierto,
indómito y salvaje
por placer, por costumbre y por instinto.”

Adolfo Alsina, ministro de guerra y marina

No le desataron las manos ni para sacarle una foto,
vencido, moribundo,
pero con la sangre afuera, empapada de lucha.
Lo hicieron criminal cuando le robaron la tierra
Y así se fue gestando este pueblo curtido
de piquetes y malones;
los primeros negros villeros
lanza partida por una rémington a repetición,
represión y hambre para el progreso.
¿Desierto había o desierto quedó?

Pincén, con toldería en Guaminí;
traficante honrado, mestizo guapo y domador de pumas,
un indio inteligente, dijeron;
un indio peligroso, no hay que dejarlo suelto ni vagabundo.
Pincén, otro robusto hijo de la tierra
hachado
pero con raíces que resisten.

escombros

iban a demoler la casa
y por eso
hicieron una fiesta

de todos modos:
toda causa será tenida bajo sospecha
hasta próximo aviso.

igual, a ellos no les importó
mi puesta en duda de las causas eficientes
y entonces hicimos una fiesta.

algunos no se toman en serio
el baile
la fiesta
y me gusta verlos
divertirse
con sus movimientos
simples
compartidos


en el baño
unos libros apilados
rapiñé uno de rulfo
y me lo llevé a mi casa
como espero que
ustedes coman de mí
cuando me sea la hora


buenos aires cambia
y se envejece
con la cara lavada
por la arquitectura funcional
que ya no tiene pudor
que ya ni quiere disfrazar lo necesario
y prefiere los espacios de socialización laundry gym 3 a 1
a las molduras pinotea banderola y calefón
y a mí
quizá me quede alguna de las sensaciones
que me diste
para roer
a la sombra de las torres