sábado, 23 de febrero de 2008

TEXTO EXPLICITO



El mensaje decia : nos amigamos ¿
El texto decía : nos cogíamos?
Menos mal que no envie sin mirar
Pareciera que el mensaje de texto sabe mejor que yo lo que quiere que yo myself
Menos mal que no confio en mis palabras
Menos mal que no confio en movistar

viernes, 22 de febrero de 2008

cronica de un desnudo anunciado

muchachos muchachas en la remodelación

Crónica de un desnudo anunciado:

¿Por qué chuchas me meto en estas cosas? Pienso mientras hago el guión de la perfo que espero hacer en un ratito mas en el Pachamama.
¡Hay diosito!, ¿Por qué no seré feliz, por qué no me llenarán las cosas simples de la vida, como ver televisión un miércoles a la noche con un hombre bueno y obeso al lado? ¿Por qué este afán de hacer strep teasse frente a una horda de borrachos bajo la excusa, cada vez más insostenible, de que se trata de poesía conceptual?
Pero ya está anunciado, hice un afiche, lo subí al blog y encima lo reenvié a medio mundo. No puedo echar pie atrás. Igualmente soy libre de hacerlo o no, pienso antes de que comiencen las paranoias:
Miro por la ventana y me percato que hoy, justo hoy, hay luna llena, ¿Será un buen o un mal augurio?
Si es mal augurio, ¿Qué es lo peor que me puede pasar?
1)- Que un borracho suba al escenario y me ataque sexualmente (y que no me guste)
2)- Que en pleno strep teasse alguien tire una cáscara de plátano a mis pies y yo resbale vergonzosamente.
3)- Que justo caiga en el lugar, por esas causalidades de la vida, un contingente de señoras de la iglesia de la nueva inquisición neoliberal y me sepulten a pedradas en `pleno escenario.
4)- Que justo caiga, un contingente de cabezas rapadas encima nacionalistas y me violen violenta y colectivamente a la salida del local, lo que de ninguna manera representa una fantasía sexual para quien escribe, pese a lo que puedan suponer algunos señores.
5)- Que se enojen los chicos del Pachamama, que se enojen las chicas del Pachamama, que se enoje Funes, que fue quien me invitó a hacer el numerito ¿Pero por qué se van a enojar?, tal vez por que no se los advertí. No les dije, “Chicos, gracias por el espacio pero en vez de leer una poesía como el programa indica me voy a desnudar y poner y quitar bombachas empapadas en vino tinto frenéticamente al rito del electroclash de gente rara la desaparecida banda que alguna vez tuve”, ¿Les importa?
¿Y si se enojan qué me importa?, ¿No querían poesía en acción?, ¿Querían poesía en acción o simplemente están siendo muy corteses conmigo?
¿Por qué siempre creo que alguien se va a enojar conmigo?
Debo superar eso
¿Y si llegan los inspectores de Macri justo cuando me estoy en bolas contorsionándome y clausuran el pacha y nos vamos todos reos?, ¡¡¡Todo por mi culpa!!!
¡Dios, yo no puedo tener problemas con la ley porque mi visa está vencida!
¿Y si me extraditan?
Bueno eso es lo más malo que me puede suceder, la muerte, una violación colectiva o la expulsión de la Argentina.
¿Y si no pasa nada?, ¿Y si la luna llena es un buen augurio y todo termina con una hermosa descarga de energía erótica fundamental, pachama -mística, neo hippie en vez de neo fascista y nadie me viola, ningún borracho me babosea encima y hasta alguien me ayuda y me graba y queda un estupendo registro y subimos la perfo a Youtube y algún millonario lo ve y se enamora de mi o de mi obra o por último no se enamora ni nada pero le copa mi trabajo y me compra todos los cuadros y todos los libros que tengo en el closet de mi casa para vender y decide apadrinarme y me da una beca de por vida para que yo desarrolle tranquila mi arte y no tenga que trabajar nunca mas en pelotudeces, como vender avisos hacer encuestas y me regala cada verano un crucero por lugares exóticos. ¡¡WoW!!
Y si el millonario me obliga luego a cambiar mi estilo y me dice que debo retratar a su familia en vez de hacer mis perfos?????
(…)ufff ¡Que duro es ser una pornostar!


miércoles, 20 de febrero de 2008

La inseguridad es otra cosa (tercera parte)

Viene del miércoles anterior...

Loro pensó en tres opciones: las chicas querían más vino, querían una explicación, querían que se acercase. Las tres opciones se resolvían con lo mismo, caminando hasta su mesa. Pero ya no podía hacerlo, ya no podía, y menos ahora que se estaban poniendo sus camperas y dedicándole sus últimas miradas. Se iban, se fueron, y él pidió otra cerveza. También tenía que ir al baño, aunque ya había perdido el sentido ¿Tenía que ir al baño? No, no tenía, podía esperar. Hacía rato que no veía sus pies, no los sentía, ¿dónde estaban? Volvió a mirar el lugar, debían ser las tres de la mañana, todavía era temprano, pero la fisonomía había cambiado. No reconocía ninguna de las cosas, no tenía por qué reconocerlas, pero igual, no le eran familiares. ¿Familiares? Eso era otra cosa.
Loro va a tener que irse, va a tener que pagar la cuenta, pararse y llegar hasta la calle. En algún momento, pero ahora no encuentra sus pies, jura que han desaparecido. Está a punto de preguntarle a alguien si los ha visto pero no sabe cómo. Se siente estúpido, cosa bastante normal, es un sentimiento que conoce, un sentimiento más liviano, casi da risa sentirse estúpido, si seguro que sus pies están debajo del asiento. Seguro, es tan fácil como ponerlos en el piso y comenzar a caminar. ¡Qué pavada! Ya no tiene sed, aunque podría seguir bebiendo, Lina ya se fue, las dos chicas ya se fueron. ¿Por qué él debería hacer lo mismo, lo que hacen todos? Ni siquiera sabe dónde están sus pies, los tenía cuando llegó, eso es evidente. Los usó para llegar hasta la barra, parece claro. ¿Los tiene ahora? Seguro que están debajo de su asiento, seguro que están. ¿Seguro? No tan seguro.

lunes, 18 de febrero de 2008

tony wilson


amor delete

Era un pacto. Jamás se acercarían, jamás se encontrarían. Elegían un lugar en común, una forma de isla desértica. Un reino, el de las palabras. Estaban condenados a ese único paraíso posible y a la regla magna, nunca verse. Tenían que aprender a postergar el deseo y alimentar sus anhelos.
El primer mensaje de texto fue enviado y recibido a las 3:14 am de un jueves de febrero de 2008. Decía así:-El tren y dos estaciones. El tiempo y nosotros...Jugás?
Y así pasaron los días, los meses, los años, y las promesas, los deseos, las tentaciones, las luces, los sueños y la oscuridad y así tambien la tecnología, las marcas, los modelos, el diseño, el alcance, su señal, su poder de estar y de no. Pero ellos siguieron jugando. El pacto seguía intacto y las palabras los seguían conectando.
Esto duró muchísimo tiempo…- dijo Hayato con una voz temblorosa. -Y jamas rompieron el pacto.
Pero un día uno de ellos dejó de funcionar. Recibía los mensajes pero nadie parecia recibirlos. Poco tiempo después no hubo señal de nuevas conexiones.
El último mensaje decía: -Te tengo que ver. Si no te veo pronto vas a ser tarde. Doblemos una regla. Eso no sería romperla.-
Esto fue enviado a las 11:13 de la mañana de un martes de marzo de 2029.
Hayato Koeda era analista y responsable del centro de almacenamiento de contenidos y residuales telecomunicacionales con sede en Estocolmo.
No sé porque sintió la necesidad de contarme esto mientras tomaba un café en el aeropuerto de Amsterdam. Con desconocidos uno acostumbra a hablar de trabajo pero rara vez de esta manera.
Recuerdo bien que hace más de veinte años me preguntaba adonde irían a parar todos esos millones de mensajes de texto, billones de palabras, trillones de caracteres, simbolos, sueños, convicciones, negaciones, ideas, declaraciones, ruegos, pedidos, confesiones, todo. Adonde?