sábado, 12 de julio de 2008

INSTINTO


Tejo mis propias trampas
Las desentraño
Y me las trago
Otra vez las creo
Son mis propias trampas..
Esta claro
como la noche.
(Tejo mis propias trampas)
Soi mis propias trampas
Soi mis propias trampas.
Piedro documentos
No encuentro llaves
Busco pero no encuentro
Me contradigo
Me desdoblo
Me desdigo
Insisto
Me ensaño
Engaño
No miento
Engaño
Juego juegos
Me rio
Engaño
Me rio
Mi río
Me engaño
Mi río
Te estráño
No miento
Intento
No acierto
Me frustro
Me encuentro
Me miro
Me veo
Tejo
Y me creo
Otra vez
Reinvento
Acierto.
No llego a tiempo.
Demasiado antes
Me pierdo
En una sala de espera
Y me duermo
Tejo mis propias trampas.
Me desenlazo
Me creo
de nuevo.
Soi mis propias trampas.
Creo.

lunes, 7 de julio de 2008

imagen + texto = epígrafe


Es preciso que nos entendamos.
Yo hablo de algo seguro y de algo posible.
Seguro es que todos coman
y vivan dignamente
y es posible saber algún día
muchas cosas que hoy ignoramos.
Entonces, es necesario que esto cambie.

El carpintero ha hecho esta mesa
verdaderamente perfecta
donde se inclina la niña dorada
y el celeste padre rezonga.
Un ebanista, un albañil,
un herrero, un zapatero,
también saben lo suyo.

El minero baja a la mina,
al fondo de la estrella muerta.
El campesino siembra y siega
la estrella ya resucitada.
Todo sería maravilloso
si cada cual viviera dignamente.

Un poema no es una mesa,
ni un pan,
ni un muro,
ni una silla,
ni una bota.

Con una mesa,
con un pan,
con un muro,
con una silla,
con una bota,
no se puede cambiar el mundo.

Con una carabina,
con un libro,
eso es posible.

¿Comprendéis por qué
el poeta y el soldado
pueden ser una misma cosa?

He marchado detrás de los obreros lúcidos
y no me arrepiento.
Ellos saben lo que quieren
y yo quiero lo que ellos quieren:
la libertad, bien entendida.

El poeta es siempre poeta
pero es bueno que al fin comprenda
de una manera alegre y terrible
cuánto mejor sería para todos
que esto cambiara.

Yo los seguí
y ellos me siguieron.
¡Ahí está la cosa!

Cuando haya que lanzar la pólvora
el hombre lanzará la pólvora.
Cuando haya que lanzar el libro
el hombre lanzará el libro.
De la unión de la pólvora y el libropuede brotar la rosa más pura.

(Fragmento de "La luna con gatillo", Raúl González Tuñón, 1939)