EL NEGOCIO DE LA MUERTE
A la altura de Lomas de Zamora, por el (ex) Camino Negro, hay una curva muy pronunciada y oscura a la que los residentes de la zona apodan, sencillamente, “La peligrosa”. Así le dicen debido a la gran cantidad de accidentes fatales que allí ocurren, se entiende. Apenas finaliza la curva, sobre mano derecha y más allá de los cuatro metros de vereda de barro, alguien tuvo la lucrativa idea de poner una casa de sepelios.
En el barrio de Villa Crespo, a pocas cuadras de la avenida Córdoba en el linde con Palermo, hay dos florerías. Una muy cercana a la otra y ambas a mitad de camino de dos casas velatorias. Ninguna de las dos florerías vende jazmines, rosas ni fresias. No. Sólo venden claveles, calas o crisantemos. Y coronas mixtas, pero por encargo.
También hay un negocio no muy grande frente al cementerio de La Tablada, atendido por un artista, que cobra 10.000 pesos por poner una placa de mármol sobre tu tumba que diga: “No hemos batido al enemigo”, o “Gracias, lo pagamos con tu plata”, o lo que mejor se nos ocurra.
Yo, desde hace algún tiempo, vengo pensando en sacar un seguro de vida multimillonario y empezar a pasar por debajo de escaleras, cruzar las vías del tren con la barrera baja y andar en bicicletas sin frenos. Posiblemente me deje resbalar en un río crecido o apague las luces de mi auto en la noche lóbrega de la ruta 9. Y mis deudos, tristes y acaudalados, se harían cómplices involuntarios de esta cariñosa estafa.
Pero no estoy muy seguro. En vez de eso, a lo mejor yo también mate a algún amigo y empiece a vender remeras con su cara y en su nombre.
4 comentarios:
Una pena que volvieran al diseño anterior. El diseño en el que tu post parecía estar "bajo tierra" quedaba más que bien. Lástima que no duró. (Capaz que ni lo viste)
Yo paso debajo de las escaleras sin contratar seguros millonarios... qué gila que soy. Mañana llamo a mi banco amigo a ver qué me ofrece.
(es verdad, quedaba justo
lo saqué despues de que me hicieron ver que no se veia nada.)
cuántos ejemplos, diversos e interesantes. Es como caminar por buenos aires con alguien que sabe mucho de historia o literatura y te va diciendo acá paso tal cosa, aca otra
como tus cronicas
que exijo ver publicadas
¡Claro que sí, Vale! Lo que pasa es que nuestro común amigo Federico lo ve todo o blanco o negro, como el turco de la esquina de mi casa.
Y por favor tené cuidado al pasar debajo de las escaleras. Es muy peligroso.
Gracias Fede Té por escoltarme en el paseo. Y no desesperes. Mis crónicas serán publicadas, pero primero necesito encontrar un japonés con rulos.
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