jueves, 23 de agosto de 2007

Manos que hablan

Foto: Internet

Es la historia de dos desconocidos que iniciaron una experiencia de pocas palabras y un amplio espiral de sentidos. Eran estudiantes del mismo instituto y cursaban juntos la clase de psicología colectiva. Grandes observadores de lo indecible, lo natural y de si mismos, conocían muy bien los gestos del otro, la sonrisa, la mirada, el aroma al pasar. Como dos niños ingenuos, a veces con vergüenza, otras veces con mucha expresión, crearon un mundo de sentidos que los dejaba jugar libremente en una realidad llena de misterio.
Un juego que los invitó a conocerse con enigmas y silencios. Mensajes que ella encontraba en su cartera: "superfluo: no necesario, que sobra" y "me hubiera gustado conocer a alguien que pudiera entender más allá de lo que me han entendido." El sabía quien era ella. Ella sospechaba hasta el día en que decidieron encontrarse.
Ella lo esperó a orillas del río un día de viento. Él llegó más tarde. A lo lejos pudo distinguir su pelo, su barba, su manera de andar. Era el desconocido que ella tanto conocía. Se saludaron con un beso ingenuo y una sonrisa transparente, se sentaron a mirar el río con las piernas colgando y hablaron lo necesario. El sonido del silencio empezó a hacer su alquimia y sin palabras se dijeron. Se agarraron de las manos y por varias horas no se soltaron. Sus manos bailaron hasta que se fue el sol. Manos que hablan, con caricias, golpecitos, apretones… Manos que dicen, suaves, ásperas y ágiles. Manos que transmiten, extensiones del cuerpo, vehículos… una conversación y un contacto a través de las manos, sólo las manos.

5 comentarios:

Matiu dijo...

Muy lindo, Sol. Realmente.

fede té dijo...

manos vehículos

Realmente.

una tal Eliana dijo...

puf! tantas cosas nos dicen las manos, tantas!

muy bella la historia!

beso inmenso.

Bolanio, Gomez dijo...

ay ay ay...
Hay de tí,
hay o ay! de mí.
Fashback. Reconfortante.

Mario dijo...

que lindo encuentro ;)