jueves, 20 de septiembre de 2007

mi médico, mi acupunturista, mi violencia interior

Foto: Gen71

Esta imagen no serviría de excusa para hablar de mi salud. No es la casa de mi médico, ni la del chino con el que me hice acupuntura. Ni siquiera sé de dónde es la casa. Sólo sé que la foto me la mandó a mi casilla de mail Gen71 después de que yo le pidiera alguna de sus fotografías para escribir algo en el epígrafe.

Sin embargo, apenas la abrí, lo que más me llamó la atención fue (y en este mismo orden): la humedad en las paredes, las ventanas entreabiertas, las plantas que crecen en los desagües pluviales y en las tejas.

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La humedad me hizo acordar a la metáfora (comparación, si somos técnicamente exactos) que utilizó mi médico para hablar de mi problema de sinusitis crónica recientemente intervenida quirúrgicamente: “es como tener humedad en la pared y arreglar el revoque, pintar todo a nuevo. Pero como la humedad sigue estando, de un tiempo a otro vuelve a aflorar”


Las ventanas se me insinuaron como contraste a esa decadencia externa, a esa violencia* de los musgos y los hongos que carcomen desde el exterior. Se me hizo el adentro como un fuerte de resistencia, un lugar pulcro y seguro, de seguridad racional y fabricación en serie. Tal vez por lo blanco inmaculado de los postigos recién pintados, y por la garantía sintéticocelestial de un fuentón o palangana olvidada afuera (pero que pertenece al adentro) entre las prolijas macetas del balcón. Entonces me acordé del acupunturista que en vez de metáforas, directamente me hablaba en haikus

afuera no puere cambiaaar
arentro puere cambiaaar
paciencia, corfianza, toreraaancia**


Finalmente, el vértigo y la angustia son esas plantas invasoras*** que crecen fuera de los espacios ad hoc que el dueño de casa (sea quien sea) les ha suministrado.

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*La naturaleza misma es violenta, y por más razonables que seamos ahora, puede volver a dominarnos una violencia que ya no es la natural, sino la de un ser razonable que intentó obedecer, pero que sucumbe al impulso que en sí mismo no puede reducir a la razón. / Georges Bataille – El Erotismo

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** traducido al rioplatense sería:
Lo de afuera no se puede cambiar
pero podemos cambiar nuestro interior
para ello hace falta tener paciencia, confianza y tolerancia

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***Ocupación completa del seno frontal izquierdo y casi completa de celdillas etmoidales, seno esfenoidal y seno maxilar del mismo lado. En este último se aprecia brecha quirúrgica en la pared medial del mismo. Hay engrosamiento de la mucosa que reviste las paredes y piso de este seno./ Tomografía de macizo cráneo facial sin contraste de VI

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7 comentarios:

Mario dijo...

me gusta el detalle en la descripcion la palangana celestial, la brecha quirurgica.....un groso el acupunturista....me recuerda a un chino en una peli "Alice" de woddy allen.....

absurda y efímera dijo...

Gracias, Mario. Lo de la 'brecha quirúrgica' es autoría del Dr. J.A. Ocantos, redactor del informe de la TC.

fede té dijo...

de cómo leer una foto y usar como marco la propia vida

muy buen ejercicio, me gustó la cantidad y variedad de las citas
me dió la impresión de que hay mucha atención prestada pero con buena puntería

lucia testoni dijo...

vale yo nose decir porque detalle exacto, pero me gusta mucho como escribis ya te habia dicho...
quiero libro
quiero libro
folleto
algo

betina dijo...

a mí, lo "textual" del haiku me mató!
maravilloso, vale!

pd: eso, el libro, el libro, el libro...!

absurda y efímera dijo...

Fede: en realidad fue como me dice una amiga cuando le escribo porque ando mal (de salud, de amores, de trabajo): "Hacé arte". Bueno, al menos lo intento.

Lucía: Muchísimas gracias, en serio.

Betina: Creo que la semana que viene hay cena en lo de Marcela o algo así... prometo llevar cupones para lo del libro. Y gracias por pasar por acá!!

absurda y efímera dijo...

Ah! Y el que quiera el teléfono del acupunturista, me lo pide... es barato y bueno. No sólo porque habla en haikus!