no aprendí nada
treinta metros por encima de la tierra, subiendo seis pisos por escalera, se abre la locura colectiva, una locura bendecida con algo que se llama respeto, y eso es bien dificil, digo, conseguir el respeto del loco. Porque si bien a todos nos importan varias cosas y tenemos vida y propuestas y magia y amor, todas las personas que estuvieron en este lugar tienen una cuota de a mí no me importa nada; pero sí me importa, me importa el otro, lo quiero, que más da, digo, queremos a muchos, hasta queremos mucho al coreano que fue a la barra y dijo: una celveza pol favol, una celveza bien flia...
2 comentarios:
y nosotras ( yo y todas mis otras yo dogo..)
te queremos a vos reimon!!!!!!!!
Están buenas esas birras. Que sean dos.
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