lunes, 27 de octubre de 2008

yo pisaré el monte nuevamente



Dios creo Santiago un día que estaba cansado,
y por eso no le puso límites:
calor, frío, agua, sequía,
música, dignidad...
Dios fue estuvo en Santiago un día que estaba viejo,
y por eso, al extremo de la siesta,
se olvido la sabiduría, el mistol, la chacarera.

Uno llega con anteojos de extranjero,
pasea como lagartija por la ruta,
sufre y ve sufrir,
adivina que el infierno debe quedar cerca
y lastima.

Uno cierra los ojos, se alegra y siente alegría,
ganas de bailar,
de compartir guarachas y vidalas,
sueña en quichua, vuela,
es atardecer y noche al viento,
es tierra, rancho y cultura,
un pedazo de argentina.
Acá se vive y se transpira,
te reciben, te alimentan,
te esperan, te abrazan
y uno siente que el sol y el cielo
deben andar cerca.

4 comentarios:

paula p dijo...

bue náa

me cantó, ale.

sinonimo dijo...

asi que todolindo veo

Anónimo dijo...

qué lindo ale.....qué lindo

Unknown dijo...

la verda que muy lindo che, esas fotos son del patio del indio froilan, un lugar donde hay unos quinchitos y parrillas y hornos de barro y guitarras, vos vas con tu carne y te haces tu asado o tus empanadas, te podes llevar tu vino y podes pasarla muy muy bien