viernes, 30 de noviembre de 2007

algunas cuestiones

Foto: Lady Di on the beach (de la serie de portadas intervenidas de hard Core Hotel) adquirida a muy buen precio por el señor Funes el jueves pasado




Algunas reflexiones sobre arte y moral que no se de donde carajo saqué:


El arte no tendría porque ser moral. No es su fin educar a nadie, no es pedagogía ni una nueva catequesis. La única función del arte es ser fiel a su propio movimiento.

Siempre he creído que un artista tiene el deber de cuestionar la moral imperante y crear su propio universo moral. Es el artista quien tiene la posibilidad de hacerlo, quien ha sido dotado de la “visión” para detectar lo obsoleto o el sinsentido de las conductas que el poder impone.
Joseph Beuys decía, es artista toda persona que trabaja por el perfeccionamiento (yo preferiría decir “embellecimiento”) de su entorno vital. Pienso que eso incluye el mundo valórico también.

¿Con que instrumentos se mide el daño?
¿Quién hace mas daño?, ¿Un militar genocida y ladrón o el jefe de una tribu Guaraní que tiene relaciones sexuales con todas las mujeres en edad fértil de su comunidad?
¿Quién es genocida?, ¿El quiosquero por reproducir cada día de su vida un orden injusto?, ¿O el quiosquero es un capo que labura para perfeccionar su entorno vital y el mío? Porque si el quiosquero no me vende cigarrillos y chelitas, ¿Qué hago yo
a la noche?
¿Es genocida Chabán?
¿Cuándo el poder es ejercido con tiranía?, ¿Quién tiene derecho de decidir sobre los cuerpos y las voluntades de los otros?
¿Quién sufre más?, ¿Una prostituta portuaria o un niño negro en los intestinos de las minas de diamantes en Africa?
¿Quién es menos dueño de su destino?

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