miércoles, 6 de febrero de 2008

La inseguridad es otra cosa (primera parte)


Tiene plata en el bolsillo, ese no es el problema, pero Loro sabe que cuando pregunte cuánto es le van a contestar una cifra que no le va a gustar. Y no porque el bar sea caro, cuesta lo que cuesta cualquier bar hoy en día, sino porque ya lleva pedidas varias cosas, incluyendo el vino blanco burbujeante que le acaba de invitar a las dos chicas de la mesa de la esquina. Ahora está esperando que lo inviten a sentarse y ellas, que lo haga directamente. Eso de invitar botellas es algo que se da más en las películas, pensó él, pero en realidad no es tan difícil, lo importante es no quedar como un tarda, como me parece que me está pasando, pensó.
Loro entró al bar a eso de las nueve, media hora antes de su cita con Lina, el tiempo exacto para tomarse un vermucito, dejar que se aflojen los nervios y mientras ir reconociendo el lugar, buscando una mesa que permita una buena perspectiva pero que a su vez esté oculta del resto. Este último detalle es de suma importancia, ya que Loro hacía un día que estaba soltero, luego de cinco años de convivencia, ningún hijo, muy pocos bienes compartidos y una gran pelea donde los dos, pero sobre todo él, dijeron cosas que duelen y que sólo se dicen para lastimar.
Piensa que podría ir al baño, y a la vuelta, ir directo a la mesa de las chicas, o podría ir ahora y presentarse así no más, pidiendo permiso para sentarse. Se mira las piernas, tienen que movilizar una buena mezcla de aperitivos, medio litro de vino y dos cervezas. Es posible de hacer, pero si falla, todo termina acá, y acá es un pésimo lugar para terminar. ¿Puedo moverme? ¿Puedo pedirles que se acerquen? No, no queda bien pedirles que vengan, aparte ya ni me miran y les queda medio vino. El impulso ya pasó. Como con Lina, ya pasó y eso que iba todo tan bien, tan bien que iba, pero... ya pasó.

Continuará...

4 comentarios:

Matiu dijo...

¿Qué es lo que pasó entre Loro y Lina aquella noche? ¿Habrán tenido que ver las chicas de la otra mesa? ¿Quién es Lina? ¿Podrá Loro con todo?

Desde su viaje por el Altiplano, nuestro amigo Ale Raymond no tiene descanso ni durante su vacación, y prepara este maravilloso relato protagonizado por Loro, el muchacho recién separado. No se pierda el próximo miércoles la continuación de esta estupenda serie en tres actos.

pAtmoritaDnadie dijo...

arriba esa olla clarabolla!!!

Anónimo dijo...

grande matiu, mejor tu suspenso que mi testo
saludos amigos
ALE

Anónimo dijo...

quiero próximo capitulo
pero no me corran el horarios como en la tele eh!
ser anonimo esta de moda
tony