jueves, 10 de abril de 2008

Beso

Cuadro de Ernesto Bertani: Título: "Beso profundo"


Nos acariciamos con la punta de la nariz, olemos nuestros cuellos, rozamos nuestras frentes y cachetes como animales. Sin usar las manos, sin abrir los ojos, conocemos las distancias y percibimos nuestras bocas. Mis labios juegan con su oreja, suave y fresca como el aroma de su piel dulce. Los suyos caminan por mis párpados calientes hasta encontrarse con los míos. Y ahí quedamos, quietos, pegados, respirándonos… hasta que las lenguas empiezan a bailar, entrelazadas, mojando nuestros labios abrazados en un juego conciente. Donde nada está determinado, donde todo fluye desde el movimiento y la percepción, donde el olfato, el taco y el gusto se unen en la simetría del beso. Dos bocas, una forma de expresión. Un ritmo apenas delicado que crece hasta casi ahogarnos en el otro, y de nuevo a la delicadeza. Y así hasta siempre porque nos olvidamos del espacio y del tiempo, nadie da y nadie recibe porque el beso es en si mismo. Sin usar las manos, sin abrir los ojos, como animales, nos besamos con todo el cuerpo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa.

te reís pero no me ves.

Matiu dijo...

¡Girasol!

fede té dijo...

genial sol: esto es genial

también muy bueno el cuadro.

fede té dijo...

"donde el olfato, el taco y el gusto se unen en la simetría del beso"

¡Encima con picante y aliento a carne!
¡Buenísimo!

Anónimo dijo...

creo profundamente que escibir eroticalmente no es tarea sencilla.
yo ejercito mucho escibir sobre sexo y nunca nunca acabo. nunca estoy satisfecho. me da mucho placer leer lo que leí aquí.
creo que es uno de los textos más audaces y cojonudos que leí acá ultimamente.
yo digo "dos pulgares arriba"

"yo me enrebé en un grimado quejumbroso y tuve que envulsionarme de labio al nóvalo"

prefiero no darme a conocer

Matiu dijo...

Me acaba de encontrar, es de Jonathan Swift: "Señor, quisiera saber quién fue el loco que inventó el beso".