viernes, 16 de noviembre de 2007

Formas de ver... la "cosa"



A Diego V.

No me gusta regalar libros. Me gusta afanarlos, tal vez. Me gusta prestarlos, eso sí. Me gusta que alguien llegue a mi biblioteca y me diga qué buen libro tenés acá, me dijeron que es bárbaro ¿me lo prestás?
Eso me gusta. Prestarlos no me molesta.
Me gusta que elogien mi gusto. Por supuesto. Tengo un ego que alimentar. Tampoco me molesta la discusión. Es bueno poder discutir sobre los gustos literarios.
-¿Te gusta este libro de mierda?
-Y sí, está bueno, ¿lo leíste?
-Es un boludo, encima ahora está con Sobich.
-Pero esto lo editó en los ´80, ignorante.
-Bueno, pero igual. Le hice la cruz cuando se asoció con el asesino S.
"Le hice la cruz", es muy común. A Dorio muchos habrán dejado de leerlo porque es panelista de GH. Bueno, más que la revista Babel o ese libro de artículos periodísticos que iba a armar no escribió pero ya es una opinión que no vale la pena escuchar.
A mí me dejan de hablar cuando saben que conozco a uno o dos escritores mal llevados. No solo mal llevados, es cierto. ¿Pero qué tengo que ver? A esos los mando que los garche un toro.(Guarda la batata con quién me comparo, eh)
Y si quieren, que vuelvan. Porque me gusta escuchar. Soy buen oído.
Pero no me cabe ni un poquito regalar libros. Mucho menos si los hago a mano. Uno por uno. Mucho menos si me lleva tiempo que le quito a mi propia escritura. Mucho menos si el autor es un pendejo que no se difunde demasiado. Mucho menos cuando me lo piden: "pero cómo no le vas a dar un libro a él..."
A esos, menos que menos... pobres. Tienen tanto poder y con la Funesiana no lo pueden usar.
Las librerías, otros antros.
-Dejámelo, te lo hago al precio habitual.
-Pará... ¿cuánto es la comisión?
-40%
-¿Guat?
Casi un pelo menos que la mitad. Too much, hermano. ¿Y la distribuidora? No. Dejá. A mí con esa cantinela, no. No, porque son 30 ejemplares por título y nada más. ¿Regalarlo?
Dale, lo canjeamos: te doy esto vos dame un libro.
Te doy "esta" si querés.
Te compro toda la tirada. Te la pago cash. Hacéme un precio.
Hacéme un precio las bolas: te vendo dos, tres. Hay que repartir un poco la torta, Macrista. Pero no hay caso. Se enojan. Pareciera que uno además de ser boludo tiene que comer vidrio. Y se confunden. Comer vidrio no.
Por eso es jodido hacer una editorial independiente. Porque el comprador de libros tiene vicios que no se puede despegar por culpa de editoriales que hacen 500 ejemplares de un título del que venden 150 y después los 350 restantes los meten en un depósito o se los clavan en el culo al autor. Y pensar que quiero ser autor. Pero tampoco quiero que me metan libros en el culo. Que me metan la picha, vaya y pase, por lo menos van a tratar de seducirme.
Pero que me metan libros... qué se yo. Bah, sí sé: obvio que no.

6 comentarios:

pAtmoritaDnadie dijo...

obvio que no funes!
....igual todavia quiero...PrEtendo ! mi amotadoar..ja!
son de corderoi mas suavechitos no?

absurda y efímera dijo...

ah, entonces... vos decís que pierda las esperanzas de que papá noel me traiga un godoy al arbolito de navidá?

Molina dijo...

funes, sos una de las cosas más grandes que hay.

Lo que no entendí del post es qué culpa tiene de qué cosas una editorial que edita 500 ejemplares...

Matiu dijo...

Jajaja! Funes! Creo que Yánover ya había explicado eso de que la misma persona que pide descuento en una librería por un libro de $5, no lo pide en una zapatería por unos zapatos de $400. Creo que la onda es que todos piensan que un libro no es más que... un libro. No cuesta trabajo hacerlo... es apenas un poco de arte, sale fácil, tendría que ser de todos y gratis. Los zapatos no; no es cosa espiritual, y de algo tiene que vivir el zapatero.

fede té dijo...

porqué no imrpimimos los textos en un par de zapatos, que el cuero que tengan por fuera sea diuro y casi rectangular, que adentro tenga muchos rectangulos del mismo tamaño pero de papel, casi como hojas, que esten pegadas a la parte de afuera, al cuero y que se puesdan ver una por una, siguiendo una linea parecida a la temporal
que sean un par y los vendemos en febo, o alguna zapateria cara de microcentro a 50 pesos, van a se rlos zapatos más baratos y nadie va a pedir descuento
encima se van a poder leer!

Anónimo dijo...

funes todavia tengo tu libro de m. rodriguez haber cuando nos vemos y te lo doy...beso