jueves, 6 de marzo de 2008

foto: Pipilotti Rist - descubierta en la net por Valeria Tentoni


Con gusto a vuelo la fruta*

Tenía ocho años cuando, con mis primos, nos trepábamos a los árboles de moras. Ellos vivían en Bella Vista y en aquellos tiempos había muchos terrenos baldíos por la zona. Las cañas salvajes se me hacían una selva y el árbol, en medio de lo más impenetrable, algo sagrado.

En aquel entonces creía en Dios. Y creía que llegar alto en las copas de los árboles era algo extraordinario. Comíamos las frutas in situ. De la naturaleza a nuestras bocas. Y aunque no me gustaban mucho, nunca disfruté tanto comiendo moras.

* del poema morera

6 comentarios:

pAtmoritaDnadie dijo...

que epocas aquellas ...!
horas y horas trepando y comiendo moras!
Morita

Anónimo dijo...

jaja.. yo tmb vivia e bella vista e iba con mis hermanos a comer moras al baldio
lu

absurda y efímera dijo...

armemos el clú de hurtadores de moras!

Matiu dijo...

Yo planté una morera en la puerta de mi casa, para que los vecinos no pudieran sacarme a fuerza de escobazos.

absurda y efímera dijo...

Bien ahí, Matiu.... una vez conformado el clú, iremos a hurtar. Gracias por el dato ;-)

lahe dijo...

las moras son lo más, aunque manchen la ropa y después duela la panza