foto: Pipilotti Rist - descubierta en la net por Valeria Tentoni
Con gusto a vuelo la fruta*
Con gusto a vuelo la fruta*
Tenía ocho años cuando, con mis primos, nos trepábamos a los árboles de moras. Ellos vivían en Bella Vista y en aquellos tiempos había muchos terrenos baldíos por la zona. Las cañas salvajes se me hacían una selva y el árbol, en medio de lo más impenetrable, algo sagrado.
En aquel entonces creía en Dios. Y creía que llegar alto en las copas de los árboles era algo extraordinario. Comíamos las frutas in situ. De la naturaleza a nuestras bocas. Y aunque no me gustaban mucho, nunca disfruté tanto comiendo moras.
* del poema morera
En aquel entonces creía en Dios. Y creía que llegar alto en las copas de los árboles era algo extraordinario. Comíamos las frutas in situ. De la naturaleza a nuestras bocas. Y aunque no me gustaban mucho, nunca disfruté tanto comiendo moras.
* del poema morera
6 comentarios:
que epocas aquellas ...!
horas y horas trepando y comiendo moras!
Morita
jaja.. yo tmb vivia e bella vista e iba con mis hermanos a comer moras al baldio
lu
armemos el clú de hurtadores de moras!
Yo planté una morera en la puerta de mi casa, para que los vecinos no pudieran sacarme a fuerza de escobazos.
Bien ahí, Matiu.... una vez conformado el clú, iremos a hurtar. Gracias por el dato ;-)
las moras son lo más, aunque manchen la ropa y después duela la panza
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