Nido vacío
dibujo hecho en Mendoza
enero 2008
enero 2008
Lo que pasa es que después te acostumbrás. No es que no lo querés hacer. Lo hacés pero un poco resignado. Otras veces, un poco entusiasmado. No sé, por ahí, para vos es una tontería. Quizás ni pensaste en esto, lo puedo entender... pero ¿vos te pusiste a pensar? Entrás a las 8 y te vas a las 18.
Yo iba al colegio siempre a la tarde. O sea, nunca entendí cómo era eso de almorzar en el colegio porque vas doble turno. O sea, para mí el almuerzo siempre me lo hizo mi mamá.
Cuando empecé a trabajar, "mi mamá" pasó a ser una china que repartía 5 kg chow mien en potes de plástico de 150 grs en un país que no entiende ni conoce. Y a ella también le habrá pasado. De cocinarle a sus hijos a cocinar para empleados de oficina que cobran 900 por mes y se la dan de naturistas porque prefieren la comida casera.
Te repito, ya me acostumbré. Pero cada tanto, ahí en la mesa del depósito donde nos juntamos varios a almorzar, cuando termino de comer siento esa melancolía extraña. A mí me gustaría ver a mi mamá un poco enojada, un poco orgullosa de su hijo mientras lava los platos del morfi que me acaba de preparar. En cambio, tengo a Horacio que insiste en prenderse un cigarrillo mientras lo molesto con mi plato de chow mien.
Dice que necesita hacer la digestión.
Al final, la única que pierde es mi mamá.
¿Ahora a quién le cocina?
Yo iba al colegio siempre a la tarde. O sea, nunca entendí cómo era eso de almorzar en el colegio porque vas doble turno. O sea, para mí el almuerzo siempre me lo hizo mi mamá.
Cuando empecé a trabajar, "mi mamá" pasó a ser una china que repartía 5 kg chow mien en potes de plástico de 150 grs en un país que no entiende ni conoce. Y a ella también le habrá pasado. De cocinarle a sus hijos a cocinar para empleados de oficina que cobran 900 por mes y se la dan de naturistas porque prefieren la comida casera.
Te repito, ya me acostumbré. Pero cada tanto, ahí en la mesa del depósito donde nos juntamos varios a almorzar, cuando termino de comer siento esa melancolía extraña. A mí me gustaría ver a mi mamá un poco enojada, un poco orgullosa de su hijo mientras lava los platos del morfi que me acaba de preparar. En cambio, tengo a Horacio que insiste en prenderse un cigarrillo mientras lo molesto con mi plato de chow mien.
Dice que necesita hacer la digestión.
Al final, la única que pierde es mi mamá.
¿Ahora a quién le cocina?
2 comentarios:
Muy bueno Funes
Alguien se iba a identificar con tu escrito. Hoy me toca en muchos puntos:
- trabajando en una oficina 9 horas
- renunciando para encarar un proyecto de comida naturista para empresas, jaja
- En mi cabeza suenan siempre los RHCP (casualmente su simbolo esta ne la cabeza )
Perfecto tu enfoque, y sí, extraño los almuerzos de mi bisabuela, abuela y madre. Más extraño caminar un día de sol, al ver desde mi ventana a las personas que deambulan libres por las calles y almuerzan con sus madres. Los mayores nos dicen: "Ya sos grande, asumí tus responsabilidades", a lo que yo les respondo: "Y si permanezco niño?"
¿Y no te da un poco de cosita responder esa pregunta?
Qué rápido nos convencen de ser hombres adultos, machos todopoderosos, eh...
Gracias, Seba.
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